¿Qué es «Sordas»?

Sordas, es hoy parte de mi. Comenzó como un guión, una historia entre personajes pero ha traspasado el papel y conforma la realidad del equipo de trabajo y de nuestra vida actual.

Un cortometraje sobre las relaciones entre madres e hijas, esa extraña amalgama de emociones y sentimientos, superación y lucha que existe entre toda madre e hija, con la singularidad de tratarse de personas sordas.

«Signo», es la marca o nombre que te pone la comunidad sorda cuando te haces a ellos y ellos a ti, algo que te caracteriza única y exclusivamente y describe algún rasgo físico o psicológico; algo que sólo tienes tú…

Irene Pozo y Natalia Jaén son las dos protagonistas principales, aunque esta familia hoy se hace cada día más grande y profunda. Irene Pozo es oyente (no sorda), una estupenda actriz con la que quería contar para alguno de mis proyectos, su esencia, carisma y ángel me enamoró; su fuerza en el escenario la cual proviene del teatro y ser madre; eran imprescindible para este papel.

Conocimos a Natalia (sorda de nacimiento, 9 años), gracias a Macarena Vilches (Intérprete lengua de signos) nos presentó en ACISO (asociación para la integración de sordos y oyentes) http://www.aciso.es/. Maria José y  Eduardo son los padres de Natalia y ambos llevan esta asociación junto a especialistas en lse (lengua de signos), pedagogos y profesores. Es una comunidad, una gran familia con la que nos sentimos muy a gusto y venimos trabajando desde Junio 2013, desarrollando el guión, adaptándolo para que fuese real, conociéndonos y ganando confianza.

La ambición de esta historia es amplia, trabajar con niños, aprender otra vía de comunicación y que Irene pareciese sorda de verdad. Al principio necesitábamos constantemente la asistencia de un intérprete y poco a poco, la lengua de signos se ha convertido en parte de nuestra expresión diaria, algo que ha enriquecido nuestras vidas y recomiendo sobretodo a las personas dedicadas al teatro porque se puede sacar y mostrar mucho de uno mismo.

Llevamos muchos meses trabajando y disfrutando de esto y ahora nos encontramos en la recta final, donde los ensayos son cada día más intensos ya que cada pequeño gesto debe decir que Irene es sorda;  igual que un extranjero aprende nuestra lengua y aún después de muchos años se le nota su acento original; el trabajo de Irene es de mucha importancia y  mimetismo.

Gracias a todas las personas que en mayor o menos medida se sienten cerca de este proyecto y de mí, a las que les saturo de información, a las que le cuento cada cosa nueva que aprendo, nuevas palabras, nuevos momentos intensos, a las que a veces les hablo con las manos. Gracias también a todos los que han aportado su granito de arena comprando los boletos para el sorteo, se ha reunido parte del dinero necesario imprescindible para empezar a andar. Quiero que esto llegue a cuanta más gente posible y que sea vuestro también. Que no os sintáis mal o raros al decir: es sorda/o porque a mí también me sucedía; siempre creí que era una persona sin prejuicios y he comprobado que alguno siempre se tiene.

Gracias